EL EVANGELIO DE JUDAS

El libro que ha revolucionado todas nuestras ideas sobre la Historia Sagrada

La campaña publicitaria de National Geographic, bien organizada y de buen éxito, ha llevado a muchas personas a sentir curiosidad acerca de un descubrimiento de manuscritos que en otras ocasiones habría pasado desapercibido al gran público: en 1978 aparecía en Egipto un códice antiguo que contenía cuatro textos o tratados del cristianismo primitivo. Éstos, por sus títulos o supuestos autores, tenían pretensiones de ser considerados sagrados, pero de hecho no habían sido admitidos en el canon de las Escrituras. Los títulos de los cuatro tratados son: la Carta de Pedro a Felipe, Primer apocalipsis de Santiago, el Evangelio de Judas y Allógenes.
La atención se centró en el tercer tratado, pues era nuevo y parcialmente desconocido hasta el momento. Los otros tres se habían encontrado en otros códices en 1945, y habían sido publicados ya, tanto en su texto “original” copto –de hecho este “original” es, a su vez, una traducción a la lengua de los egipcios, sucesora de la que se escribía en jeroglíficos, de un primitivo tratado compuesto en griego, quizás un siglo o siglo y medio antes— como en su traducción a lenguas modernas.
El Evangelio de Judas llamó la atención sobre todo porque su personaje central, el traidor a Jesús, resultaba totalmente rehabilitado: pasaba de felón a héroe, ya que había seguido simplemente en su traición el encargo expreso de Jesús.
El revuelo ante la nueva interpretación del supuesto “traidor” Judas fue notable y, aun antes de conocer bien el texto completo del manuscrito, se formularon hipótesis sobre la necesidad de modificar la interpretación de la historia en torno a los últimos momentos de Jesús y el papel en ellos de Judas. Pero ahora, pasado un poco de tiempo, un equipo de estudiosos dirigido por un coptólogo de prestigio, Rodolphe Kasser, ha reconstruido el texto copto dividido, por la desgracia y la incompetencia de los intermediarios, en cientos de fragmentos, y lo ha ofrecido al público, muy competentemente, tanto en lengua copta como en traducción inglesa.
Ha llegado el momento de que el público pueda leer en su lengua una traducción fiel y una explicación de este oscuro tratado, el Evangelio de Judas, complicado en verdad para el no experto en las oscuridades del gnosticismo. Nuestra traducción y comentario explicativo están hechos directamente del copto, pues los autores del presente librito han enseñado esta lengua en la Universidad y publicado otras monografías sobre temas análogos. No se trata, pues, de una traducción “pirata” mal hecha a partir del inglés con errores de principiante, como ocurre con las que han aparecido ya en Internet.
Nos hubiera gustado ofrecer también al lector el texto copto, en una edición bilingüe, para al menos deleite de sus ojos -pues suponemos que el no especialista nunca ha tenido ocasión de adentrarse en esa lengua- y para que algún experto pudiera contrastar nuestra traducción y el comentario explicativo. Pero no es posible, ya que la reconstrucción del copto parece estar aún sujeta al copyright de la Fundación Mecenas de Basilea.
Los libros de esta clase, como el Evangelio de Judas, en la Antigüedad eran oscuros a propósito. Estaban compuestos para que el lector no los entendiera por sí solo, y tuviera necesidad de un maestro que le explicara las oscuridades y “misterios”. Así quedaba justificada la presencia de la figura del maestro junto al discípulo. Y esto es lo que ocurre con nuestro Evangelio de Judas. Pero a nosotros, en el siglo XXI, nos falta el “maestro al lado” y tenemos que interpretarlos solos con nuestro ingenio y nuestros conocimientos del contexto y de obras análogas. Y eso hemos hecho.
Tenemos, sin embargo, una ventaja sobre los antiguos: que conocemos textos similares que nos ayudan a comprender, y gozamos del auxilio de las publicaciones de otros estudiosos de obras semejantes que nos ofrecen pistas muy seguras de interpretación. Por tanto, aunque no podamos estar absolutamente seguros de nuestra traducción/interpretación, a veces conjetural, sí podemos tranquilizar al lector de que hay una alta probabilidad de que sea correcta, o al menos vaya por una senda en términos generales bastante segura.
Una vez que el lector haya leído el texto y su explicación, podrá opinar con conocimiento de causa y juzgar por su cuenta si el revuelo periodístico estaba o no justificado. Para ello proponemos al lector practicar una de las normas más elementales cuando hay en una discusión sobre algún tema: primero enterarse bien y comprender; luego opinar.

CONTENIDO

I. Introducción
II. Los avatares del descubrimiento del manuscrito
III. Descripción del manuscrito
IV. Traducción
V. Explicación del contenido del Evangelio de Judas

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Ficha del libro

Título: El Evangelio de Judas
Editorial: Puzzle Ediciones
Autor: Antonio Piñero
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Formato: --- cm | Nº de páginas: --- | ---

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